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6 barreras que enfrentan las mujeres en STEM

Foto del escritor: Equipo GenomaworkEquipo Genomawork

Actualizado: 22 nov 2024

Las mujeres han estado subrepresentadas en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) por siglos, y aunque su participación ha aumentado, todavía deben sortear barreras para trabajar en este sector.



¿Has escuchado hablar de Hedy Lamarr? Si te gusta el cine clásico es posible que hayas escuchado sobre esta gran diva de Hollywood (en la imagen principal), pero si no la conoces te sorprenderá más saber que también fue una inventora y científica.


Después de escapar de un marido abusivo y dejar atrás su natal Austria, la protagonista de “Sansón y Dalila” (1949) dejó huella en la historia de las telecomunicaciones como la creadora del precursor del Wi-Fi.


Así que si hoy existe la conexión inalámbrica es gracias a ella.

Pero ¿cómo una estrella de cine se convirtió en la inventora de lo que hoy conocemos como Wi-Fi?


Para eso debemos remontarnos a la Segunda Guerra Mundial.


En ese entonces, Hedy contaba con información valiosa sobre los nazis, debido a vínculos de su exmarido con el régimen de Adolf Hitler. El hombre en cuestión era Friedich Mandl, un poderoso fabricante austríaco de municiones y armas, conocido en Europa como el “Rey de los cartuchos”.


Teniendo en cuenta lo que sabía, en plena guerra, Hedy no dudó en entregar infomación a Estados Unidos (bloque aliado). Ese fue el paso para ingresar al área de tecnología militar de ese país.

Allí la actriz se enteró de que los gobiernos aliados eran reacios a crear misiles teledirigidos ya que temían que las señales de control pudieran ser interceptadas por los países del Eje (Alemania, Japón e Italia).


Así que usando sus conocimientos en ingeniería y música, Hedy desarrolló en 1941 —junto a su amigo pianista y compositor George Antheil— un sistema de comunicación secreto llamado “Salto de Frecuencia” (Frequency Hopping), cuyo objetivo era evitar que el enemigo interceptara las comunicaciones de los barcos y bloqueara el sistema de guía de los torpedos.


Sin embargo, la II Guerra terminó sin que el invento se construyera.


DATO: No fue hasta 1957 cuando Estados Unidos implementó esta tecnología para sus comunicaciones militares y más tarde la utilizó, en 1962, durante la crisis de los misiles en Cuba.


Y si bien, el salto de frecuencia fue originalmente diseñado para un fin militar, resultó ser también útil para mejorar las comunicaciones en momentos de saturación, al evitar que las interferencias la bloqueen y afecten la calidad de la señal.


Así fue como este sistema se convirtió en la base de la tecnología Wi-Fi que hoy usamos a diario. ¡Y también en la del GPS y el Bluetooth!


Toda una historia digna de Hollywood, ¿no?


La historia de Hedy Lamarr está llena de determinación, perseverancia y valentía. No se puede olvidar que en su época, la ciencia, la ingeniería, la tecnología y las matemáticas (STEM) eran áreas dominadas —más que ahora—por hombres y que las mujeres tenían pocas oportunidades para hacer aportes significativos.

Y aunque su contribución fue inicialmente subestimada debido a su género y su fama como actriz de Hollywood, con el tiempo se ha reconocido el rol clave que jugó en el avance tecnológico de las telecomunicaciones.


Hoy en día, historias como la de Hedy Lamarr inspiran a muchas mujeres que luchan para superar las barreras que aún existen en el campo STEM. ¿Cuáles son esas barreras?


A continuación, te compartimos 6 de ellas y también los desafíos que enfrentan los reclutadores y empleadores para eliminarlas.



1. Estereotipos de género


“Esto no es para mujeres”, “deberías intentar con un trabajo más femenino”, “una mujer no puede manejar un trabajo tan exigente como este”... Estas son solo algunas de las frases que reflejan el estereotipo de género y los prejuicios contra la mujer en el campo laboral, pero ¿de dónde vienen?


Vienen de la construcción social sobre el género, haciendo que por siglos se haya asumido que:

  1. Los hombres son más capaces en roles que requieren habilidades técnicas, estratégicas y científicas.

  2. Las mujeres son indicadas para encargarse de trabajos relacionados con el cuidado, la educación y la gestión de emociones.


Estas creencias han agravado la discriminación laboral y la falta de igualdad de oportunidades en trabajos STEM y otros sectores considerados estereotipicamente “masculinos”.


Y algo más: también desalientan el interés de ellas por entrar a carreras STEM.


Según un estudio publicado por la revista Science, los estereotipos influyen en las personas a temprana edad, haciendo que las niñas se alejen de ciertas actividades vinculadas al género masculino.


"El estereotipo de que los hombres son mejores que las mujeres en matemáticas perjudica el desempeño de las mujeres en este dominio y socava su interés en campos intensivos en matemáticas"
Revista Science

En efecto, si a una mujer se le dice desde joven que las matemáticas son para hombres y que ella no es lo suficientemente buena, es posible que cuando crezca no tenga la confianza necesaria para buscar una carrera de este tipo.



La barrera de los estereotipos suele ser una de las más difíciles de superar.


En el caso de las profesiones STEM, esta creencia puede influir en la forma en que los empleadores, profesores y colegas evalúan el desempeño y capacidades de las mujeres en estos campos, lo que puede resultar en menos oportunidades de trabajo y bajo apoyo en el desarrollo profesional.


En Latinoamérica, por ejemplo, las mujeres que se dedican a la ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas suelen enfrentar falta de apoyo en la educación, lo que puede afectar su capacidad para tener éxito.




Aquí el rol de Recursos Humanos y el de los reclutadores es fundamental para reducir esta barrera laboral, siguiendo algunas prácticas básicas como:

  • Evitar preguntas estereotipadas o que puedan sesgar la evaluación de una candidata mujer, tales como ¿eres una persona emocionalmente estable?

  • Utilizar evaluaciones enfocadas en medir de forma objetiva el desempeño potencial, habilidades y conocimiento.

En tanto, los empleadores pueden:

  • Impulsar programas enfocados a la igualdad de oportunidades.

  • Desarrollar pasantías para mujeres jóvenes que están iniciando su carrera en STEM.


2. Brecha Salarial


La brecha salarial suele ser un gran desmotivador para las mujeres.


En el sector de las ciencias y tecnologías de LATAM, la diferencia llega al 22,2% en sueldos de hombres y mujeres en la misma posición y responsabilidades, según datos 2018 de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL).



El mismo informe citado en la imagen sostiene:


“Apenas un 23% de esta brecha es explicada por diferencias en características observables (como que las mujeres publican, en promedio, menos artículos que los hombres), y un 77% porque el mercado discrimina en favor de los hombres al momento de valorar algunas características determinantes del salario”.


Pero ¿cómo es posible que aún realizando la misma tarea ellas ganen menos? Sumada a la percepción errónea de que las mujeres son menos competentes en STEM, otros factores son:

  • Discriminación inconsciente en la selección de candidatos.

  • Falta de incentivos para promover la igualdad salarial.

  • Falta de transparencia en la remuneración.


⚠️  Si no se divulgan las bandas de remuneración y los criterios de promoción, las mujeres pueden tener menos información para negociar un salario justo y ser menos propensas a recibir un aumento.


Investigaciones sobre estas diferencias sugieren también que la brecha salarial se debe a que las mujeres ocupan más posiciones part-time, incluso en carreras STEM, ya que buscan complementar sus responsabilidades domésticas y de cuidado.



3. Falta de modelos femeninos a seguir


Hace más de dos siglos, en Inglaterra, nació la primera programadora de la que se tenga registros. Estamos hablando de Ada Lovelace, quien participó de la creación de la primera máquina calculadora mecánica. Su visión de esta máquina la llevó a desarrollar el primer algoritmo de la historia.


Ada es una fuente de inspiración para muchas jóvenes desarrolladoras e informáticas. Se trata nada más y nada menos que de “la madre de la programación informática”.


Tener referentes desde la infancia y a medida que se va creciendo es fundamental para desarrollar la vocación y fomentar la motivación y pasión hacia las áreas elegidas.


Seamos claros:


¡Las mujeres quieren ver a personas que se parezcan a ellas en las organizaciones!



Muchas veces esta situación genera frustración y las desalienta incluso antes de que siquiera consideren explorar estas opciones.


Por el contrario, si ellas ven a mujeres exitosas y destacadas en campos como el STEM, pueden visualizarse a sí mismas en esos roles y sentir que también pueden alcanzar sus metas. Dicho esto, tener modelos a seguir les ayuda a:

  • Desarrollar su autoconfianza.

  • Valorar su potencial.

  • Evitar limitarse por estereotipos de género.

4. Vida familiar versus Vida laboral


En pleno siglo XXI, a las mujeres se les sigue asociando a roles domésticos y de cuidado. Este hecho genera una presión social importante, que lleva a muchas de ellas a la incómoda situación de tener que decidir entre su carrera profesional o la vida familiar.


Esta situación es una de las razones principales de la deserción femenina a profesiones STEM.


De hecho, las mujeres en el ámbito científico y tecnológico son más propensas a abandonar sus profesiones debido a responsabilidades familiares y la falta de apoyo en el lugar de trabajo.


“Incluso aquellas que logran hacerlo (entrar a disciplinas STEM) enfrentan barreras que truncan sus trayectorias: las mujeres en Argentina dedican en promedio el doble de tiempo a las tareas de cuidado que sus pares varones”.
Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), ONG argentina.

Sumada a la barrera de los estereotipos, el tener que conciliar vida de trabajo y vida personal conduce a que las mujeres sean, además, menos consideradas en cargos directivos.

¿Cómo es el escenario en Chile?


¿Cuántas mujeres llegan a ocupar altos puestos en empresas?


La representación de mujeres en cargos gerenciales en este país da para reflexionar. Revisa la imagen.



Por supuesto, estos porcentajes aún están lejos de ser suficiente para lograr una verdadera paridad de género.



Para superar esta barrera, es importante que las empresas promuevan políticas que fomenten el equilibrio. Esto puede incluir horarios flexibles, trabajo home-office y programas de apoyo para el cuidado de niños (guarderías en el lugar de trabajo), entre otros.



5. Discriminación en el trabajo y microagresiones


¿Qué tan común es la sensación de no encajar en el entorno laboral? ¿O de que las mujeres se sientan incómodas por comentarios de algún jefe o compañero sobre el género o habilidades?


“¿Qué hace aquí? ¡Vaya a estudiar párvulos!”.


Esa fue solo una de las tantas microagresiones que recibió una académica y jefa de las carreras Analista Químico y Química Industrial en una importante universidad chilena, de parte de profesores cuando cursaba un magíster, según el relato en un medio de prensa.


Estos dichos y actitudes pueden influir en el abandono temprano de las carreras STEM, desincentivando la participación femenina en el área.


¿Qué son las microagresiones?


Las microagresiones son comportamientos y actitudes perjudiciales para las mujeres, y también para aquellas que buscan abrirse espacios en profesiones STEM. Estas actitudes, por lo general, suelen ser sutiles y pueden pasar desapercibidas para los demás. ¡Pero crean una cultura hostil!



Pero exactamente ¿a qué tipo de actitudes se enfrentan algunas mujeres?

  • Comentarios despectivos sobre sus habilidades.

  • Falta de crédito o reconocimiento a su trabajo.

  • Minimización de sus conocimientos.

  • Interrupción constante en presentaciones o reuniones.

  • Exclusión de proyectos importantes y promociones.

6. Sesgos en la contratación


Las mujeres están subrepresentadas en el campo STEM, lo que puede deberse en parte a los sesgos de contratación y los prejuicios de género que existen en este ámbito.



Una posibilidad es que, de manera inconsciente, los encargados de selección y los gerentes de contrataciones estén cayendo en sesgos de contratación e impidiendo así que las mujeres accedan a puestos en trabajos STEM.


Para que eso no ocurra, es importante que los profesionales de los RRHH comprendan la existencia de estos sesgos y sepan cómo prevenirlos.


Y es que estos prejuicios también pueden influir en la forma en que se redactan los anuncios de empleo y se describen los requisitos para los puestos de trabajo en áreas científicas y tecnológicas.


Por ejemplo, para la descripción de un trabajo STEM un reclutador podría elegir palabras que se asocian con estereotipos de género masculinos, como “fuerte”, “competitivo”, “líder” o “ambicioso” y crear un párrafo como el siguiente:

“Se busca a un profesional fuerte y decidido para liderar nuestro equipo de investigación”.


⬆️  Esta línea puede ser interpretada como una preferencia hacia los candidatos masculinos que son considerados, tradicionalmente, fuertes y decididos, en lugar de enfocarse en las habilidades y capacidades necesarias para liderar un equipo.


Es importante tener en cuenta que estas palabras no son inherentemente masculinas o femeninas, pero por siglos han sido asociadas a ciertos estereotipos de género.


¿La recomendación?


👍  Redactar ofertas de trabajo con lenguaje neutro y evitar términos que pueden ser interpretados como habilidades típicamente masculinas.


✈️ Otra situación que podría ocurrir es que la empresa enfatice en la necesidad de que el candidato tenga disponibilidad para viajar, lo que puede excluir a mujeres que tienen responsabilidades familiares.


👍  En este caso, sería útil que la compañía revise sus prácticas de contratación y revise los requisitos para el puesto, considerando si la disponibilidad para viajar es realmente necesaria.


Si se concluye que es esencial, y el empleador desea atraer mujeres al equipo, se podría comentar a las postulantes las opciones de flexibilidad que se ofrecen, tales como trabajar de forma remota en algunos casos.



Las políticas mencionadas en la imagen pueden ser especialmente importantes para atraer y retener a mujeres en trabajos STEM.


¡Por más mujeres en carreras STEM!


Pese a los avances en el ámbito de la tecnología e innovación, también hay retrasos: las mujeres siguen enfrentando obstáculos para ingresar a carreras STEM, donde la discriminación y prejuicios asociados a los roles de género todavía sobresalen.


Quedan desafíos que afrontar para ver más mujeres en este mundo. Para contribuir al ingreso de más talento femenino al STEM, existen métodos de seleción basados en la IA y la neurociencia libres de sesgos y de discriminación arbitraria.


Tal es el caso de las evaluaciones basadas en juegos capaces de seleccionar candidatos de acuerdo al ajuste de sus habilidades cognitivas y rasgos conductuales con los requerimientos del cargo.


Hedy Lamarr, Ada Lovelace y tantas otras mujeres nos recuerdan que ellas han contribuido al mundo de la tecnología y la ciencia desde hace mucho tiempo.


¡Que sus historias nos inspiren a seguir luchando por la igualdad de género y a reconocer y valorar el papel de las mujeres en STEM!


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