Así es un programa de práctica profesional que impulsa talentos
Actualizado: 30 dic 2022
Un programa de práctica profesional efectivo puede ayudar a mitigar los problemas de escasez de talento. Pero necesita un diseño adecuado para ofrecer experiencias formativas valiosas.
El 75% de los empleadores a nivel mundial señala tener dificultades para encontrar el talento que necesita. Este dato, medido en 2022, es extremadamente alto y supera en 6 puntos porcentuales lo registrado el año pasado.
Preocupante, ¿verdad?
Más aún considerando que este indicador mantiene un alza constante desde 2012. Aunque a partir de 2019 la escasez de talento —que entonces subió hasta un 54%, 9 puntos porcentuales respecto del año anterior— se comenzó a agudizar y se profundizó en 2020 debido a los obstáculos que generó la pandemia de COVID-19.
Los datos son categóricos y corresponden al informe “The talent shortage” de Manpower Group, multinacional estadounidense que provee servicios y soluciones de capital humano. Para el estudio se encuestó a más de 40 mil empleadores en 40 países.
Pero fíjate también en estos otros alarmantes datos. 👇
¿A ti también te cuesta encontrar talento?
Es que atraer trabajadores calificados no es un camino fácil, pero afortunadamente existen opciones que ayudan en esa tarea. ¿Una de ellas? ¡Los procesos de prácticas profesionales!
Estas instancias representan más que una posible oportunidad laboral para los futuros titulados. También aportan una valiosa cantera de talentos con potencial de crecimiento a las empresas.
El asunto es, ¿qué tan preparadas están las organizaciones para atraerlos y mantenerlos?
Ahí es donde diseñar un programa de práctica profesional atractivo marca la diferencia. Pero así como para aprender a correr, primero hay que gatear. Para lograr resultados óptimos con un proceso de práctica, antes hay que atender algunos asuntos importantes. 📋
Previo a contratar practicantes, el empleador debe saber:
👩🎓 Cómo encajan estos novatos en los objetivos de la empresa y su cultura. 🎒 Qué tipo de programa de prácticas funcionará mejor en la organización. 🚀 Qué objetivo se quiere lograr con el programa de práctica profesional.
Para determinar esto, parte también por contestar las siguientes preguntas:
¿Cuentas con herramientas y espacios de trabajo necesarios para los estudiantes que participen?
¿Qué competencias, formación académica y experiencia buscas en un practicante? (esto es importante que lo tengas claro desde el inicio para seleccionar candidatos que se ajusten a lo requerido).
¿Quién será el principal responsable que liderará a los practicantes? ¿Contará con una jefatura, mentor o ambos?
¡Pero eso no es todo! Revisa el recuadro.
La importancia de construir una buena experiencia
Así como el proceso de selección de candidatos, ten presente que la práctica profesional también es una instancia de evaluación bidireccional.
Por un lado, tanto las casas de estudio como los empleadores analizan cuán preparados están los postulantes para el mundo laboral.
Por el otro, los estudiantes examinan qué tan atractivos e idóneos son los lugares donde pondrán (o ponen) a prueba sus conocimientos y habilidades. ¡Y también analizan en qué lugares de trabajo podrán tener mejores experiencias de aprendizaje!
Por eso es fundamental crear un programa de prácticas que:
Impulse la atracción de talentos y, a la vez, los anime a elegirte para iniciar su trayectoria laboral.
¿Por dónde comenzar? Sigue estos consejos.
1. Escribe una publicación de práctica efectiva
¡No tan rápido! Antes de comenzar a escribir la oferta de práctica, es importante establecer las expectativas y requerimientos para la posición de practicante,y los valores y la cultura del equipo en que participará.
Asimismo, debes identificar los proyectos en los que deseas que trabajen los practicantes. Para ello, es necesario que los integrantes de los equipos precisen las oportunidades o los puntos débiles a solucionar y que serán delegados a los alumnos.
Una vez definido lo anterior ya estaremos en buen momento para crear la oferta de práctica. ¡Ahora sí! Cuando la redactes considera los siguientes puntos:
Utiliza palabras clave que atraigan a los estudiantes.
Especifica si la práctica es remunerada. Si ese es el caso, indica los detalles asociados al pago.
Agrega una descripción general del trabajo, incluidos los posibles proyectos y tareas que podrían asignarse.
Enumera los resultados esperados para el puesto.
Incluye una lista con las habilidades y calificaciones requeridas.
Manténla simple. ¡Transmite la información importante de forma concreta y concisa!
2. Especifica con claridad las tareas y actividades
Al designar tareas y actividades, una buena idea es considerar las competencias y habilidades de los practicantes. A la vez, el recordar los objetivos del rol de practicante puede ayudarte a definir de mejor manera las tareas o funciones que deberán desempeñar.
De ese modo, evitarás asignar labores que no se condigan con sus perfiles. Esto no es un detalle sin importancia.
Cuando el practicante tiene claridad acerca de las tareas y actividades que debe desempeñar y —además de sintonizar con sus intereses como futuro profesional— cumplen con los requerimientos de sus programas académicos, surgen ventajas interesantes como:
Mayor motivación y mejor desempeño.
Nivel de compromiso más alto con la empresa.
Intenciones de permanecer en la organización al terminar la práctica.
3. Asigna supervisores que acompañen y evalúen el desempeño de los practicantes
El primer requisito es que conozcan bien o se desempeñen en el tipo de trabajo que efectuarán los aprendices, para que así la orientación y el feedback que puedan proporcionar sobre las tareas sea de calidad. ¡Siempre deben acompañar a los practicantes en su proceso de aprendizaje!
El segundo es que estos supervisores cuenten con la suficiente experiencia laboral y competencias para liderar el proceso y calificar de forma objetiva.
¿Qué otras funciones deben cumplir?
Participar en los procesos de reclutamiento y de selección, incluyendo en la entrevista con el candidato a practicante.
Desarrollar objetivos de aprendizaje para guiar las actividades de la práctica.
Examinar si los practicantes están cumpliendo las metas y cubriendo necesidades específicas.
Reunirse regularmente con ellos (de forma individual) para evaluar su desempeño y detectar oportunidades para apoyarlos.
Evaluar el éxito del programa de prácticas.
4. Entrega autonomía a los estudiantes
Los jóvenes deben cumplir con una serie de funciones y metas, pero para ofrecerles una experiencia cautivante, es importante que las prácticas sean flexibles y les aporten autonomía.
De ese modo, no solo contribuyes a que se sientan más cómodos, sino que les entregas oportunidades para que aumenten su interés en las instancias de aprendizaje y saquen el máximo partido a su período de práctica.
¿Cómo materializar esa flexibilidad y autonomía? 🤔
Las tareas y actividades que debe desempeñar el practicante tiene bastante que ver en este asunto. Pero hay algunos aspectos que podrías considerar:
Si debe ejecutar la mayoría de sus funciones en terreno, no lo fuerces a volver en cada momento a la empresa si no es necesario. Entrégale opciones para que optimice su tiempo de trabajo sin dejar de cumplir con sus responsabilidades.
Potencia que el practicante pueda crear y desarrollar proyectos o ideas acorde a sus funciones. Es un modo de fomentar la proactividad y de ofrecerles herramientas para que tengan mejores experiencias.
Analiza la posibilidad de implementar actividades híbridas (trabajo remoto y presencial), siempre que no obstaculicen las tareas del practicante y su proceso de acompañamiento. Esto es muy valorado por los Gen Z.
Puede que te interese leer 👉 8 formas de desmotivar a un Gen Z
5. Asigna un mentor o “guía” a cada practicante
Suena evidente, pero no hablamos de cualquier mentor. Además, es un paso que también se relaciona con el punto anterior.
☝️ Decimos que no se trata de cualquiera, porque quien cumpla esa tarea debe ser capaz de:
Ser el “compañero” al que el estudiante pueda recurrir para resolver dudas sobre cómo proceder con una función y conocer detalles de la cultura corporativa.
Generar un vínculo de confianza con el estudiante.
Tal como ocurre en los procesos de onboarding, en los que se aconseja que uno de los trabajadores sea el “guía” del recién llegado, en esta instancia de práctica es fundamental que:
Se genere una comunicación fluida entre el mentor y el joven.
Se desarrolle un nexo que promueva el crecimiento y desarrollo profesional.
De hecho, designar a un practicante del año anterior o colaborador junior, puede ser una alternativa mucho más eficiente que disponer de alguna jefatura con experiencia laboral, pero que no genera cercanía ni espacios de comunicación.
☝️ Por otro lado, afirmamos que contar con un buen mentor puede aportar a la autonomía del practicante. ¿Por qué?
Porque el mentor le puede brindar herramientas y guías que le ayuden a disminuir los errores y a tomar mejores decisiones por sí solo. De ese modo, el desempeño de tareas se traduce en buenos resultados.
¡Y no olvides que los roles del mentor también deben estar claramente delimitados!
Entre ellos están:
Orientar al estudiante en su proceso de adaptación al mundo laboral.
Conversar con el alumno para conocer sus expectativas, inquietudes y dificultades que pueda presentar relacionadas con la práctica. Y por supuesto, esbozar posibles acciones para resolverlas.
6. Desarrolla un plan de beneficios
Esto puede convertirse en un factor clave que los postulantes considerarán al decidir a cuál empresa destinarán sus meses de práctica. Así que es indispensable poner el máximo esfuerzo posible para entregar beneficios que sean percibidos como valiosos para los estudiantes.
Comprender los intereses de los practicantes y satisfacer sus necesidades de crecimiento y aprendizaje puede ayudar a disminuir las dificultades para encontrar talento y conseguir que quieran permanecer en la empresa a largo plazo.
7. Utiliza la IA para conocer a tus próximos practicantes
Cuando como empleador te enfrentas a nuevas camadas de talentos puede ser difícil saber a quiénes seleccionar, ya que la mayoría no tiene experiencia laboral. En casos como estos, el CV pasa a segundo plano.
Con la Inteligencia Artificial y las evaluaciones basadas en juegos se descubren los rasgos cognitivos y conductuales-emocionales de los talentos para así predecir el desempeño futuro en un puesto de trabajo. A fin de cuentas, esto es lo que realmente importa.
¿Tus posibles practicantes tienen disposición aprender? Con juegos puedes descubrirlo.
¡Cuéntanos! ¿Has implementado estas acciones en tu programa de práctica profesional?
Tema relacionado
Si te interesó este blog, te podría interesar este eBook 👇
Comments