11 lecciones de las nuevas generaciones de jóvenes a las empresas
Actualizado: 16 ago 2022
Las nuevas generaciones de jóvenes persiguen pasión, equilibrio y también libertad. Ellos están reconfigurando el mundo del trabajo y hay mucho que las empresas pueden aprender para adaptarse a este nuevo escenario.
Cuando tus abuelos y tus padres entraron al mundo del trabajo todo era diferente. Sus vidas parecían ya trazadas: pasar los próximos 30, 40 o más años en la misma empresa trabajando, en algunos casos, más de 14 horas al día.
Algunos (quizá tú también) aún recuerdan a sus padres y madres llegar casi a las 10 de la noche a casa, cansados pero dispuestos a ayudar con los deberes escolares o a compartir juntos un rato antes de dormir.
Esas generaciones de colaboradores no se quejaban por estos horarios, era algo percibido como habitual, aceptaban su suerte porque “así es la vida”.
Hoy, ya jubilados o ad portas de serlo, ven a sus sucesores lejos de los modelos de vida tradicionales; más rebeldes; menos dispuestos a solo seguir las reglas sino que a decidir cómo quieren aplicarlas en sus vidas para perseguir sueños, pasiones y libertad.
A las nuevas generaciones no se les pasa por la mente mantenerse todos sus años en la misma organización y para algunos el horario laboral de 9 a 7 (o de 9 a 6) no se adecúa a la vida que quieren vivir.
De los nuevos colaboradores, las empresas tienen mucho que aprender.
Estas son algunas de las lecciones (mientras siguen reconfigurando el mundo del trabajo).
1. El espíritu crítico está en sus genes
Para las nuevas generaciones de jóvenes no son suficientes los argumentos de siempre o las creencias arraigadas que sus antecesores aceptaron y siguieron a rajatabla.
La Generación Z (1996-2010) y los millennials (1981-1995) son menos tolerantes con los entornos autoritarios, esperan que sus ideas sean escuchadas y respetadas, y cuestionan desde los roles tradicionales de género hasta la educación universitaria “obligatoria”.
Sobre esto último, especialmente los Z son drásticos: no creen que el plan de estudios de 4 o 5 años los prepare para su futuro laboral, y critican las abultadas deudas que los estudios conllevan.
En ese contexto, las empresas en Estados Unidos comienzan a recoger el guante. Google, por ejemplo, se asoció con 100 colegios comunitarios para capacitar y certificar a jóvenes Z, profesionalmente, en TI (Tecnologías de la Información). Los colegios comunitarios son instituciones que otorgan educación laboral y programas académicos de transferencia universitaria. Allí los jóvenes optan a programas de 2 años en los que aprenden habilidades y competencias que les permiten encontrar un empleo en menos tiempo y sin la costosa inversión de un título universitario. |
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2. Los nuevos colaboradores deben poder equilibrar el trabajo con su vida personal
Las extenuantes jornadas de trabajo fueron aceptadas por las antiguas generaciones, no por las nuevas.
Los jóvenes candidatos y colaboradores actuales quieren conciliar la vida laboral con el tiempo libre.
En 2008, el periódico The Guardian ya lo decía: “No viven para trabajar, trabajan para vivir”.
Eso no significa que sean perezosos. Al contrario, trabajan con tanto empeño o más que otras generaciones.
Los jóvenes Z están de acuerdo. Ellos, aunque son los más jóvenes del mercado laboral, saben que la clave del éxito en la vida y el trabajo es la felicidad.
Junto a los millennials están redefiniendo la forma de trabajar. Por eso, es esencial que las empresas —en la medida de lo posible— adopten la flexibilidad horaria y las modalidades de trabajo remoto e híbrido (aunque aún haya empleadores que se resistan a aquello).
Para millennials y Zs no se trata de un capricho sino de calidad de vida y libertad, y para las empresas la oportunidad de ser atractivos.
Hoy, buena parte de los candidatos no aceptarían un trabajo que no ofreciera flexibilidad en cuanto a horas de trabajo y el lugar desde donde trabajar.
3. El dinero no es lo único importante
Las nuevas generaciones han enseñado a las empresas que hay aspectos que pueden llegar a valorar tanto o más que el dinero.
Estamos hablando del salario emocional, compuesto por factores como:
Beneficios que aporten a su calidad profesional y de vida (programas de capacitación, más días de vacaciones, seguro de salud, entre otros).
Cultura del respeto.
Buen clima laboral.
La libertad de poder compartir ideas sin ser criticados.
Sus valores y creencias son menos materialistas que las generaciones anteriores. La compensación financiera pasa a un segundo plano frente a la felicidad y la realización.
Forbes; “Gen Z And Millennials Are Rewriting The Rules: What That Means For The Workplace” (2022).
4. El trabajo debe motivar y aportar a un propósito
Las empresas deben comprender que la satisfacción de los nuevos talentos no viene de la mano de generosas compensaciones.
Lo que emociona y apasiona hoy a los nuevos colaboradores es un sentido de propósito. Se sienten motivados cuando saben que, a través de su trabajo, pueden ayudar a los demás o incluso ¡cambiar el mundo!
“Estas generaciones quieren sentirse capaces de usar sus fortalezas distintivas para contribuir a algo más grande (…) No quieren estar en una burocracia por trabajo pesado sin sentido”, complementa Forbes.
Esto afecta su decisión sobre si postular o no a una vacante en una empresa.
Para las compañías, en tanto, la participación de los colaboradores es crucial para la productividad, la satisfacción laboral y beneficios netos, de acuerdo con un informe de Economist Intelligence Unit.
De ahí la importancia de que se sientan comprometidos y motivados, de lo contrario no lo pensarán mucho para cambiar de trabajo.
5. La conciencia y el compromiso con las causas sociales debe ser real y de todos
Este punto está unido al de la motivación y propósito.
Si bien para ambas generaciones es importante apoyar causas sociales o medioambientales, los que llevan el estandarte en esta materia son los Z.
Esta joven generación, desde su infancia, ha estado expuesta a una enorme avalancha de información que le ha hecho poner los pies sobre la tierra.
Por ello, sus miembros son más conscientes de las amenazas de terrorismo, las guerras, el cambio climático y las desigualdades que viven millones de personas en todo el mundo (racismo, brecha de género, sexismo y tantas formas de discriminación).
Entre los Z, hay muchos activistas, así que para las empresas es la oportunidad de elegir una causa que apoyar y, de paso, lograr conectar con ellos.
6. La diversidad es un requisito en la oficina
Estos colaboradores y candidatos abrazan la diversidad, la igualdad y la inclusión. Para ellos no se trata de meras acciones de RSE (Responsabilidad Social Empresarial) o de beneficios, sino de requisitos indispensables en los lugares de trabajo.
Esta es una de las razones que explica por qué para las nuevas generaciones de jóvenes talentos es tan importante encontrar lugares de trabajo que se alineen con sus valores y su ética personal.
Así que es de lo más normal que, antes de postular a un puesto, investiguen sobre la empresa y su cultura.
Pasa que, además, son conscientes de que detrás de cada realidad hay experiencias de las cuales pueden aprender. Etnias, géneros, origen social, razas, zona geográfica, condición cognitiva o física, formas de pensar… ¡Todo es diversidad!
Generación Z y millennials —definitivamente— tienen menos prejuicios que otras generaciones.
La lección que las empresas pueden sacar es más bien una advertencia: de no abrirse a la diversidad puede conducirlas a perder talentos. El motivo es simple: ellos ni siquiera las consideraran para postular cuando haya vacantes.
7. Los empleadores deben garantizar el uso de nuevas tecnologías
Son nativos digitales y se sienten cómodos con las herramientas tecnológicas. Por lo tanto, también esperan usar las tecnologías modernas en la vida laboral.
¡Ojo con el siguiente dato!
9 de cada 10 candidatos Z asegura que la tecnología de la empresa influiría en su decisión de aceptar o no la oferta de empleo, arrojó un estudio de Dell Technologies a más de 12.000 jóvenes de 17 países.
Por lo demás, son la primera generación completamente móvil. Eso hace imprescindible que las empresas adopten las nuevas tecnologías.
Fíjate en la imagen, en la que también se incluyen millennials.
¿Con qué tecnologías se sienten a gusto?
Los millennials se sienten cómodos con la mensajería instantánea y el correo electrónico.
Los Z acostumbran usar aplicaciones con algoritmos, que los conducen a información más relevante, y plataformas de colaboración como Slack o Basecamp.
8. Es hora de abrazar la horizontalidad y los entornos colaborativos
Fuera las relaciones de trabajo verticales. Esa es una de las enseñanzas.
Las nuevas generaciones de jóvenes colaboradores quieren construir relaciones de comunicación horizontales con sus colegas y sus jefes.
Eso significa formar conexiones sólidas en un entorno de confianza y de colaboración.
Aquí hay que hacer un matiz:
Los integrantes de la Generación Z son más independientes y prefieren resolver tareas por sí solos, pero también están dispuestos a aprender de sus compañeros y de enseñar a otros.
Los millennials tienden a preferir el trabajo en equipo y a compartir sus espacios de oficina con sus colegas para así ganar experiencia y crear redes dentro de la organización.
9. Las empresas deben apostar por el aprendizaje y desarrollo de sus colaboradores
En tiempos en que predomina lo digital, la automatización y la Inteligencia Artificial, solo 1 de cada 10 baby boomers —según encuestas del sector— siente que es personalmente responsable de volver a capacitarse.
Por el contrario, 3 veces más jóvenes Z y millennials creen que la responsabilidad de desarrollar nuevas habilidades es suya. Para ellos esto es importante en el trabajo, pues pueden aprender, crecer y ser productivos. Y, adicionalmente, les abre opciones de movilidad profesional y de flexibilidad.
Dicho esto, a medida que más jóvenes millennials y Z empiezan a conformar la próxima mayoría de colaboradores del planeta, las empresas deben invertir en su desarrollo “o arriesgarse a perderlos”, advierte Forbes.
10. ¡Somos independientes y emprendedores!
Los Z y la generación millenial están labrando su futuro, algunos iniciando su propio negocio y otros en trabajos poco tradicionales en empresas con culturas únicas.
Son generaciones emprendedoras.
La diferencia es que los millennials son más arriesgados que los Z. Estos últimos prefieren más bien los caminos ya probados.
Les agrada trabajar de forma independiente.
De hecho, en Estados Unidos se estima como probable que los gerentes millennials estén aumentando la cantidad de colaboradores independientes. “Eso se debe al valor que ven en términos de productividad y rentabilidad”, asegura el medio CNBC.
El otro significado a “independiente” se lo dan los jóvenes Z. Esto es trabajar en solitario para poder mostrar sus habilidades a sus jefes. Además, los motiva la apreciación de su trabajo.
11. La retroalimentación rápida y el reconocimiento es esencial
Los talentos Z son competitivos y están acostumbrados a la inmediatez. Esto último también aplica a recibir comentarios lo antes posible para mejorar.
Este comportamiento dista del de las generaciones anteriores, que solían esperar días o semanas el feedback sobre sus tareas realizadas.
Para ellos y para los millennials saber cómo los califican sus superiores se combina con el deseo de ser reconocidos en su trabajo. ¡No solo esperan que les digan lo negativo!
Para que la motivación no decaiga, las organizaciones pueden construir una cultura de retroalimentación continua y de reconocimiento a sus labores.
¿Cómo quieren ambas generaciones que sea esa retroalimentación?
Rápida, móvil y tan nativamente digital como ellos.
¡El mundo del trabajo cambió!
A los empleadores les ha costado adoptar cambios, pues su preocupación recae con frecuencia en los negocios.
Sin embargo, el llamado es claro:
La organización que quiera seguir siendo competitiva y atrayendo al mejor talento para cumplir con dichos objetivos de negocio, necesita romper los esquemas establecidos teniendo presentes las enseñanzas que dejan las nuevas generaciones de jóvenes colaboradores.
¡Ellos seguirán remodelando el mundo del trabajo y tu empresa no se puede quedar atrás!
Si necesitas dar un giro a la forma de contratar talento, este es tu lugar.
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